El Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, en el marco del Día Mundial de la Obesidad Infantil, que se conmemora este martes 4 de marzo, insta a las familias a tomar conciencia de que la obesidad infantil es la “amenaza fantasma” de la salud de sus hijos y asegura que es fundamental la implicación de los padres para reforzar y seguir el cumplimiento de las estrategias dirigidas a la prevención.
Así lo ha afirmado el jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, especialista en endocrinología infantil, Rafael Espino Aguilar, quien recuerda que la obesidad fue reconocida como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1997 y está considerada una epidemia en la actualidad. Es por ello que pretende concienciar sobre una patología que se debe abordar de forma integral, actuando sobre los aspectos físicos y emocionales que lleva aparejados.
Para el doctor Espino Aguilar, “es prioritario cumplir las recomendaciones claras y concisas sobre las medidas que deben llevarse a cabo para prevenir el exceso de peso en los niños”. “En Andalucía siempre hemos presentado mayores tasas de obesidad infantil”, apunta el endocrino pediátrico. Por ejemplo, en 2015, el exceso de peso en Andalucía representaba un 46% frente al 36,1% que refleja el último Estudio Aladino 2023 sobre Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad de menores entre tres y nueve años en el conjunto de España. No obstante, “se observa una tendencia descendente en el número de casos en la comunidad andaluza”, añade.
“La prevención y el manejo del exceso de peso en los niños exige una adecuada implicación familiar, dirigida por diferentes profesionales –pediatras, nutricionistas, psicólogos, entrenadores personales, entre otros–, que en conjunto pueden evitar el deterioro de la salud física y mental que conlleva la obesidad y su estigmatización en la sociedad”, señala el especialista.
“Los pilares básicos para la prevención son la nutrición adecuada, el establecimiento de unos hábitos de vida con actividad física diaria y un horario regular de sueño”, insiste el jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, remarcando que “el aumento detectado en las últimas décadas del siglo XX en niños y adolescentes es particularmente alarmante por su estrecha relación con el desarrollo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares”. “O revertimos este problema o tendremos una generación con una expectativa de vida más corta que la de sus padres”, asevera.
Para ello, Rafael Espino Aguilar propone una alimentación variada con verduras y fruta a diario, procurando tomar productos frescos y de proximidad. «Se deben evitar los excesos y no tomar lo innecesario. Es el hábito esencial para prevenir la obesidad. Las dietas restrictivas, estrictas, y desequilibradas no deben emplearse en la infancia», apostilla.