El barrio de Nuestra Señora de los Dolores de Camas, más conocido como el barrio de La Uva, vive sin aire acondicionado en plena ola de calor, sin cocina con niños a los que alimentar, sin luz con personas dependientes y sin electricidad con teletrabajo.
Así viven más de un centenar de familias desde el 7 de julio durante seis horas aproximadamente, de las cinco de la tarde hasta después de caer el sol, porque el sistema eléctrico de Endesa falla reiteradamente con apagones prácticamente a diario.
«Esto es inhumano, aquí hay gente que tiene 80 años que necesitan el botón de asistencia por si les pasa algo», nos cuenta Javier Ramírez, presidente de la Asociación de Vecinos de La Uva, que ayer convocaba una concentración para pedir una solución: «Lo que nos queda es cortar carreteras o yo no sé… pero es que si no, nos escuchan y es desesperante», comentaban entre ellos algunos vecinos.
Son días de ola de calor y estas familias los pasan sin aire ni ventiladores. Tampoco tienen electricidad los negocios de la zona: «aquí la peluquería tiene que cerrar, ¿dónde enchufa la mujer su secador?», nos explica un corrillo de vecinas; una de ellas tiene una hija con teletrabajo que se tiene que ir del barrio ante la amenaza de apagones. «Ya le han llamado la atención dos veces en la empresa», afirma.
Durante el momento de la concentración, convocada el día anterior, el barrio estaba en pleno apagón. Desde Endesa explican que estos cortes de suministro se deben a una instalación antigua y picos de consumo eléctrico mayores a los contratados.
El Ayuntamiento de Camas ha remitido una carta firmada por su alcalde Rafael Recio a la compañía eléctrica rogando una solución en la «mayor brevedad posible» dada la urgencia de las situaciones que viven los vecinos del barrio de La Uva.
«El dinero será importante para Endesa, pero es que están jugando con la salud de las personas. Esto pasa por privatizar las cosas básicas como la luz, es que nos tenemos que comunicar con la empresa hablando con una maquinita durante horas y no podemos hacer más», comentan los vecinos desesperados ante las reiteradas llamadas a Endesa para reportar las incidencias.
Desde la asociación de vecinos prometen dar un paso adelante, «por las buenas o por las malas» si la situación no cambia y ante la amenaza de un mes de agosto sofocante en el Aljarafe.
Es de vergüenza que estén esas criaturas pasándolo tan mal y mientras los mandos de Endesa en sus chalet de la playa , esto es para coger las armas y al monte, ya verías como se acababa tanto pillaje