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La Consejería de Fomento e Infraestructuras convoca para el 20 de marzo en el Ayuntamiento de Camas a un particular y a la representación de tres empresas, para el levantamiento de las actas previas a la ocupación de sus bienes y derechos afectados por el proyecto de prolongación del carril reservado para autobuses y vehículos de alta ocupación (Bus-VAO) del puente de la Señorita, que conecta dicha localidad con Sevilla, por el sector norte del Aljarafe a través de la carretera autonómica A-8077.
En paralelo, el último pleno ordinario del Ayuntamiento de Camas ha aprobado poner suelos de titularidad municipal a disposición de la Consejería de Fomento, para este mismo proyecto del carrilo Bus-VAO. El concejal de Hábitat Urbano de Camas, Miguel Ángel Marín, explicaba en el pleno que este acuerdo implica la incoación del expediente de mutación demanial externa a favor de la Consejería de Fomento, así como la aprobación del convenio para la entrega de tales suelos municipales a la Administración andaluza.
La proyección es que este carril acoja cada día el tráfico de 1985 vehículos privados de alta ocupación y 238 autobuses metropolitanos. Esto equivaldría a 4963 personas al día que accederían a Sevilla en vehículo privado por esta plataforma y 7140 personas más en transporte público, según los cálculos de la Junta.
Debate plenario
Durante el debate plenario, el portavoz de Vox, Ignacio Muñiz, mostraba su «preocupación» por el impacto del proyecto en las zonas residenciales, en alusión a la previsión de construir «un puente» próximo a las fachadas de viviendas en el entorno urbano de la rotonda de los Mineros, que ya «tiene su tráfico» propio.
Carmen Ramos, de Con Andalucía, avisaba del «trazado de circulación tan afluente que va a tener» el citado carril reservado para autobuses y vehículos de alta ocupación, dudando de que el proyecto suponga un «beneficio» directo para Camas. «No veo factible tanta vía y tantos carriles», avisaba señalando también el impacto del proyecto.
El concejal de Hábitat Urbano respondía que «una de las premisas iniciales» a la hora de redefinir el proyecto en las conversaciones con la Consejería de Fomento ha sido «que no se tocara ninguna vivienda ni ninguna edificación»; contando el puente planeado y el resto del viario con todos «los estudios acústicos».