Situada en el corazón del Aljarafe sevillano, Sanlúcar la Mayor es una de las localidades con más riqueza en su historia de la provincia de Sevilla. Desde sus primeros asentamientos en la prehistoria hasta su protagonismo en la Edad Moderna, la historia de este municipio es un reflejo de las civilizaciones que han habitado la región.
Los primeros vestigios de vida humana en Sanlúcar la Mayor se remontan a la Edad del Bronce, alrededor del 1500 a.C. En su entorno se han encontrado restos de una necrópolis y un poblado prehistórico, lo que evidencia que esta tierra ya era habitada mucho antes de la llegada de las grandes civilizaciones. Muchos de estos hallazgos se conservan hoy en el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla.
De los turdetanos a los romanos
En la época turdetana, Sanlúcar era conocida como Arae-Hesperi o Hesperia, nombres que aluden al culto solar en la región. Posteriormente, con la llegada de los romanos, fue reconstruida y renombrada como Lucus Solis (“Bosque Sagrado del Sol”), convirtiéndose en un importante enclave comercial y agrícola dentro de la provincia Bética. En la actualidad, se conservan restos de villas romanas y calzadas que conectaban la ciudad con otros puntos estratégicos del Imperio.
Durante la dominación musulmana, Sanlúcar la Mayor pasó a llamarse Hisn Shaluqa. Los árabes fortificaron el municipio y construyeron un alcázar que consolidó su importancia en la región. Este periodo también marcó el auge de la agricultura, con la introducción de sistemas de riego que mejorarían la producción agrícola en el Aljarafe.
Reconquista y transformación cristiana
Sanlúcar fue reconquistada por las tropas de Fernando III en 1251. Tras su incorporación a la Corona de Castilla, se edificaron importantes templos como la Iglesia de San Pedro, que se levantó sobre una antigua mezquita. Este templo es hoy uno de los más antiguos de la localidad y un testimonio del sincretismo cultural de la época.
En el siglo XVII, Sanlúcar la Mayor adquirió un nuevo estatus al ser incorporada a los dominios del Conde-Duque de Olivares. En 1639, gracias a las gestiones de la condesa Inés de Zúñiga, Felipe IV otorgó a la localidad el título de ciudad. Durante esta época se construyeron imponentes edificios, como la Iglesia de Santa María la Mayor, de estilo gótico-mudéjar, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931.
Siglos XIX y XX: modernización y transición
La Guerra de la Independencia y las desamortizaciones del siglo XIX dejaron su huella en Sanlúcar, como en muchos otros municipios rurales. No obstante, el municipio logró mantener su dinamismo gracias a su actividad agrícola, destacando en el cultivo del olivo.
En el siglo XX, Sanlúcar dio un giro hacia la modernidad al convertirse en un referente en energías renovables. La construcción de una de las primeras plantas solares de gran escala en España puso al municipio en el mapa de la innovación tecnológica.
Actualmente, Sanlúcar la Mayor se ha consolidado como un destino turístico que combina historia y naturaleza. Su riqueza patrimonial, que incluye iglesias, conventos y restos de murallas almohades, se complementa con su proximidad al Corredor Verde del Guadiamar, un espacio natural protegido que atrae a visitantes interesados en el ecoturismo.
La localidad mantiene su tradición agrícola, especialmente en la producción de aceite de oliva, al tiempo que apuesta por diversificar su economía hacia sectores como el turismo y los servicios. Su historia milenaria, marcada por la diversidad cultural y la adaptación al cambio, la convierten en un lugar imprescindible para quienes desean explorar la riqueza de la provincia de Sevilla.