Con una incidencia acumulada de 428 (número de contagios por 100.000 habitantes durante la última quincena) en la comarca y con ocho municipios que vivirán ya este fin de semana con cierre perimetral, aún existen tres bastiones aljarafeños que se resisten al azote de la tercera ola.
El Gobierno de España estableció la incidencia acumulada de 50 como umbral bajo el que se encontraba la situación del control de la Covid-19. Ahora mismo solo Salteras, Carrión de los Céspedes y Castilleja del Campo están en esas cifras.
Durante la segunda ola los contagios en Salteras, de 5.500 habitantes, nunca se dispararon a cotas de extrema preocupación, pero desgraciadamente el coronavirus se llevó a dos de sus vecinos. Hoy resiste con una incidencia de 36 por dos contagios identificados en lo que llevamos de año.
Carrión de los Céspedes ha identificado solo un contagio en los últimos quince días. Buenas noticias, pues este pequeño municipio de 2.500 habitantes sí sufrió cotas elevadas de contagios durante la segunda ola. Afortunadamente no cuenta con ningún fallecimiento.
Por último, Castilleja del Campo, el más pequeño con 629 habitantes que se mantuvo como uno de los pocos pueblos libres de Covid-19 durante toda la pandemia hasta mediados de octubre. Nueve contagios durante la segunda ola y hoy sigue con su casillero a cero, siendo el único municipio de la comarca libre de coronavirus. Tampoco ha fallecido nadie a causa del virus.
Aunque ya por encima de los 100, pero muy alejada de las altas tasas de la provincia, está Aznalcázar. Una de las más golepadas de la segunda ola, siendo su ayuntamiento el primero que aconsejó el confinamiento domiciliario cuando se desbocaron los casos, ya en el mes de agosto. Pese a sus 4.500 habitantes ha sufrido seis fallecimientos, de hecho es el tercer municipio con mayor tasa de mortalidad por Covid-19 de la provincia. Hoy, la tercera ola no golpea con fuerza pero sus 109 contagios de incidencia acumulada invitan a la cautela.