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Un comedor para el colegio Nuestra Señora de Belén ‘El Prado’. Esta frase se convirtió hace 20 años en la donación, por parte de una familia de dicho centro educativo de Gines, en una caseta de madera para que, entre otros motivos, se facilitara la conciliación familiar. Un gesto de generosidad que nació como una solución provisional ya que, en principio, tal espacio iría destinado a un aula de la naturaleza. Dos décadas después, el alumnado que acude cada día al comedor continúa asistiendo a tal estructura de madera con goteras y a turnos que ponen a prueba el hambre de alguno de los niños que tienen que comer a las 15:00 h, cuando las clases acaban a las 14:00h. Con un acceso poco adecuado, a la vez que separado del resto de las instalaciones de la escuela.
¿Quién se hace cargo? Esa es la gran incógnita que inquieta especialmente a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) de ‘El Prado’, el centro educativo de Infantil y Primaria más numeroso de todo el municipio de Gines que cuenta con 250 estudiantes. Sevilla Actualidad ha consultado con diversos juristas y todos coinciden en que, a pesar de que la Ley 17/2007 de Educación de Andalucía recoge que «los Ayuntamientos son los responsables de mantener y cuidar los edificios de los colegios públicos, es la Junta quien debe asumir obras de gran envergadura como sería el caso que nos ocupa. Sin olvidar que en la Junta ha gobernado el PSOE y ahora el PP». Eso sí, añaden que «siempre es cuestión de voluntad de entendimiento entre las administraciones y que sean de distintos partidos probablemente no ayude a solucionar el problema».
El Ayuntamiento: con proyecto y sin financiación
David Ostos, concejal de Educación del Ayuntamiento de Gines, ha asegurado a esta publicación que en 2020 «llegamos a un acuerdo con la Junta por el que nosotros asumiríamos el coste del proyecto de obra y la Consejería de Educación lo estudiaría». Y así fue, «La Junta lo validó, pero dos meses después fuimos a elecciones autonómicas, ganó el PP por mayoría y todo el proyecto a la basura», remarca Ostos.
Tras diversas reuniones y peticiones por parte del Consistorio ginense, el último encuentro entre Ayuntamiento y Junta se produjo el pasado mes de noviembre. Según apunta Ostos, «ahí dicen definitivamente que no se va a realizar ningún comedor. Ni siquiera el proyecto que estaba hecho cuyo coste de elaboración ascendió a 10.624,77 euros».
Alternativa que no convence
La Junta de Andalucía ha dado dos opciones al Ayuntamiento según David Ostos: convertir alguna de las aulas no usadas en comedor, o que el ejecutivo municipal asuma todo el presupuesto de uno nuevo. «Los ayuntamientos no pueden hacer una obra de ese calibre como es el comedor de un colegio. Nos compete el mantenimiento, la pintura, pequeñas reformas de orden menor, pero ni siquiera podemos solicitar una subvención para abarcar algo así».
«La situación es la que es. Intentamos mantener la caseta de madera como podemos. Pusimos una rampa para mejorar la accesibilidad, pero no reúne los requisitos que necesitan las personas con movilidad reducida». Sin embargo, el Ayuntamiento llevó a cabo la reforma del comedor de otro centro educativo de la zona hace diez años, a lo que Ostos contesta haciendo hincapié en que «se trató de una pequeña obra para 20 alumnos, no 250, dentro de una estructura preexistente». «Somos conscientes de que a veces se nos critica y se piensa que podemos recortar de una partida presupuestaria, como pueden ser las diseñadas para ocio y fiestas, para ensanchar la de educación, pero esto no funciona así, es cuestión de competencias y no las tenemos», concluye.
Información insuficiente de la Junta de Andalucía
Tras varias semanas en contacto con la Consejería de Educación Sevilla Actualidad solo ha podido conocer que el asunto del comedor del colegio «está en fase de redacción de proyecto». ¿Qué plazos se estiman? ¿Cuál sería el presupuesto aproximado? Silencio absoluto.
Sea como fuere, la hemeroteca política es infalible. 20 años de espera durante los cuales han gobernado socialistas y populares, estos últimos, ostentando el poder desde 2019.
Los alumnos: la prioridad para el AMPA
El AMPA, por su parte, tilda la situación de «muy grave» y subraya que «se va a seguir luchando sin descanso hasta que el comedor del colegio sea una realidad. La prioridad es el bienestar del alumnado y de las personas que trabajan en el comedor. No nos importa si hay o no intereses políticos, solo buscamos que alguien se haga cargo. Alternativas a una situación insostenible. No nos podemos quedar atascados en una única visión».
El AMPA recuerda que exigir un nuevo comedor puede ser compatible con encontrar soluciones a corto plazo ya que la construcción de una nueva instalación «puede tardar entre tres a cinco años y, mientras, la caseta de madera no es un lugar seguro para nuestros hijos, ni para quienes los cuidan».
El colegio, atendido pero en espera
Desde septiembre del curso 2023-2024, la Dirección del centro «ha llevado a cabo las gestiones que a la misma competen priorizando siempre garantizar el servicio de comedor a todos los usuarios del mismo. En este sentido, ante las incidencias en días de lluvia, se ha dado parte al Ayuntamiento como responsable de la reparación de los deterioros del centro», explica Rocío Muñoz Lasso, directora del CEIP.
Por otra parte, tal y como se ha ido informando a los miembros del Consejo Escolar en todas las convocatorias, «la Dirección ha mantenido contacto asiduo con la sección de infraestructuras de la Delegación de Educación, consiguiendo que se rescatara el proyecto redactado en su día por el Ayuntamiento; siempre he sido atendida y se han mostrado colaboradores con las gestiones que (desde su área) resultan necesarias para la construcción de un nuevo comedor en el centro», apostilla.
Por tanto, a la conclusión a la que ha podido llegar Sevilla Actualidad es que ahora el proyecto está actualmente en manos de la Consejería de Educación. Continuará…