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Tres personas fueron detenidas este sábado tras protagonizar una persecución fluvial por el río Guadalquivir a bordo de una narcolancha cargada con 26 garrafas de gasolina. La embarcación, detectada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cádiz a la altura de Coria del Río sobre las 14:00 horas, fue seguida río abajo hasta Sanlúcar de Barrameda, donde terminó encallando en las salinas de Bonanza. Los ocupantes intentaron escapar a pie, pero fueron localizados y arrestados gracias al seguimiento aéreo con helicóptero.
La lancha, una semirrígida de 12 metros de eslora y equipada con cuatro potentes motores fueraborda, fue intervenida junto con toda la carga de combustible, considerada género prohibido por su uso habitual en redes de narcotráfico. Esta operación formaba parte de un dispositivo coordinado por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cádiz, que desplegó medios terrestres y aéreos para interceptar a los llamados «petaqueros», como se conoce a quienes transportan este tipo de combustible.
El incidente se suma a otros recientes ocurridos en el Guadalquivir, como la colisión entre dos narcolanchas que tuvo lugar hace pocos días a la altura de Lebrija, también en el marco de una persecución. En aquella ocasión, la embarcación perseguida transportaba igualmente garrafas de gasolina y el choque provocó heridas a varias personas, al menos dos de las cuales requirieron hospitalización. Estos sucesos reflejan la actividad constante de las redes de suministro logístico al narcotráfico a través del cauce fluvial.