La borrasca «Lola» llega al Aljarafe. Tras haber esquivado las grandes lluvias en las últimas jornadas, el frente se instala en la comarca este lunes. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado el aviso amarillo por lluvias en toda la campiña. Se esperan precipitaciones acumuladas de, en según qué zonas, hasta 40 mm por hora, según este organismo.
La alerta permanecerá activa entre las 09:00 y la medianoche en ciertas partes de la campiña. La probabilidad de precipitaciones oscilará entre el 40% y el 70%. Con todo, se prevé que la inestabilidad y las precipitaciones continúen a lo largo de los próximos días.
Así en Coria del Río, por ejemplo, la lluvia está asegurada, con un 100% de probabilidad según AEMET. Las temperaturas oscilarán este lunes entre los 13 y 21 grados. Misma probabilidad hoy y mañana en Espartinas, que estará entre los 13 y los 19 grados este lunes. En Aznalcázar los termómetros marcarán entre 13 y 20, con misma probabilidad de tormentas pero mayor inestabilidad entre nubes y claros.
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¿Cómo funcionan las alertas de la AEMET?
Existen cuatro niveles de alertas que van desde el verde hasta el rojo. El verde hace referencia a la ausencia de riesgo, el amarillo y naranja se activan cuando ya los hay: el amarillo concierne a aquellas situaciones donde no existe un riesgo para la población general sino solo para actividades y sectores poblacionales concretos, mientras que la alerta naranja se decreta cuando existe riesgo para la generalidad de la población.
Por último, la alerta roja comporta riesgo extremo debido a «fenómenos meteorológicos no habituales de una intensidad excepcional», por lo que la población debe incorporar prevenciones importantes.
Recomendaciones para el aviso amarillo
Pese a que este nivel de alerta no comporta grandes preparaciones, Algunas actividades, señala la Agencia, pueden verse afectadas. AEMET recomienda permanecer atentos a la información meteorológica, ante el caso de que eventualmente esta pudiera cambiar.
Además, no se debe conducir por una carretera inundada o cruzar un puente o paso subterráneo con agua, ya que la fuerza de la corriente podría arrastrar el vehículo, con el consiguiente riesgo para la vida de sus ocupantes.