El municipio de Pilas, situado en la comarca del Aljarafe, Sevilla, es un enclave con una historia rica y diversa que ha evolucionado desde la época prehistórica hasta convertirse en un punto de referencia en la región por su tradición, patrimonio y cultura.
Los vestigios arqueológicos encontrados en el término municipal atestiguan la presencia humana en Pilas desde tiempos prehistóricos. Durante el período romano, esta zona formaba parte del entramado agrícola y comercial del Aljarafe, gracias a su cercanía a Híspalis (la actual Sevilla). El cultivo de olivos y vides ya destacaba como una de las actividades económicas principales de la región.
En la época visigoda, Pilas se consolidó como una pequeña comunidad rural. Durante el período musulmán, el territorio formó parte de la economía basada en alquerías, siendo influido por el Emirato y el Califato de Córdoba, y más tarde, por los reinos de taifas.
La Reconquista y la Edad Media
Con la conquista de Sevilla por Fernando III en 1248, Pilas pasó a formar parte de los territorios de la Corona de Castilla. La población fue repoblada por campesinos cristianos, lo que marcó el inicio de su estructura social y económica actual. Durante esta etapa, Pilas estuvo vinculada a la poderosa Casa de Medina Sidonia, que influiría en su desarrollo político y económico.
En los siglos XVI y XVII, Pilas vivió un importante auge económico gracias a su producción agrícola, especialmente de vino y aceite de oliva, productos que se comercializaban activamente en Sevilla y en el puerto de Indias. En esta época, se levantaron edificios emblemáticos como la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor, que combina elementos góticos, renacentistas y barrocos.
El municipio también se dotó de importantes infraestructuras para el procesamiento de sus productos agrícolas, como las torres de molinos, que aún pueden verse en el casco urbano.
Transformaciones Contemporáneas
Durante el siglo XIX, la desamortización de Mendizábal afectó significativamente las propiedades eclesiásticas y nobiliarias de Pilas, lo que transformó la estructura agraria y social del municipio. En el siglo XX, Pilas comenzó a diversificar su economía, experimentando un crecimiento demográfico gracias a su cercanía con Sevilla y a la mejora de las comunicaciones.
Hoy en día, Pilas es un municipio dinámico que combina su tradición agrícola con un desarrollo económico más diversificado. A pesar de los cambios, el cultivo de olivos y la producción de aceite de oliva siguen siendo actividades fundamentales para su economía.
El patrimonio monumental de Pilas también destaca como un elemento diferenciador. Entre sus joyas arquitectónicas se encuentran:
- La Iglesia de Santa María la Mayor: Un edificio con siglos de historia, que alberga retablos barrocos y una imagen gótica de la Virgen María.
- La Ermita de Nuestra Señora de Belén: Con su altar ubicado en una estructura almohade del siglo XI y una talla de la Virgen de Belén coronada canónicamente en 1997.
- Las Torres de Molino: Antiguas instalaciones aceiteras integradas en el casco urbano, símbolos de su tradición agrícola.
Cultura y Festejos
Pilas es conocida por sus festividades religiosas, como la Romería en honor a la Virgen de Belén, que año tras año atrae a miles de visitantes. Además, la Semana Santa y la Feria de Pilas son momentos clave en el calendario cultural del municipio.
Con una historia que entrelaza tradición y modernidad, Pilas es un municipio que ha sabido preservar su esencia mientras se adapta a los retos del presente. Su riqueza patrimonial, su economía basada en el campo y su fuerte identidad cultural hacen de Pilas un lugar único en el corazón del Aljarafe sevillano.